Se necesita voluntad, esfuerzo y trabajo si quieres lograr algo
El día de hoy fueron nuestras Olimpiadas, sin embargo había una labor que cumplir antes con responsabilidad, mi Proyecto CAS. Como todo viernes, debíamos recoger los papeles y botellas recolectados por los niños de Inicial, Primaria y Secundaria. Fue así cuando me avisaron que hoy también debíamos de ir a pesar de las Olimpiadas, sin embargo me dio mucha lástima que no todos los integrantes del grupo CAS fueron, o mejor dicho nadie. Como en esta ocasión no conté con la ayuda de mis compañeros, el trabajo fue mucho más duro aún, y solicité la ayuda de una amiga de otro Proyecto: Gabriela Chávez. Pasamos por todo primaria e Inicial, sin embargo antes de finalizar nuestro trabajo y dejar todo en la oficina de Lorena, nuestras compañeras del grado solicitaron nuestra ayuda para jugar Fútbol y Básket, a pesar del cansancio sabíamos que eran nuestras últimas Olimpiadas, y que debíamos de aprovechar todo momento con nuestra Promoción. Al finalizar los partidos, cada quien se retiro a su casa, hasta yo, olvidándome por completo de las bolsas de reciclaje que dejé encargadas y que no las terminé de llevar a donde debía de hacerlo...
Ya tarde, a eso de las 6:00 me acordé de las bolsas, en un principio pensé en recogerlas el lunes, pero tenía miedo de que algún señor de limpieza piense que era basura y lo bote, por lo tanto rogando a Dios que sigan en el lugar que lo había dejado, regresé al colegio con una compañera: Alessandra Rossi. Fuimos en busca de las bolsas y felizmente las encontramos, estában exactamente en el mismo lugar; ahora el problema era llevarlas a la oficina de Lorena, porque para ser sinceros, las bolsas pensaban mucho y solo éramos 2 personas. Por milagro de la vida nos encontramos con Salvador, quien no dudo ni un segundo en ayudarnos, hasta llevar todo a nuestro patio y cumplir con nuestro trabajo.
Antes de llegar a la Oficina de Lorena, vimos una luz encendida, y era de la sala de profesores, y felizmente encontramos a Flor, mi tutora CAS, quien guardó las bolsas de reciclajo y así di por concluído una única experiencia CAS, que en sí me sirvió muchísimo, en primer lugar como una enseñanza de no olvidarme lo que debo de hacer; en segundo lugar, me ayudó a saber de que debía cumplir con mi responsabilidad de trabajo porque y además porque me pasó algo muy poco usual, y es que camino a la Oficina de Lore, les comentaba a mis compañeros mi Proyecto del Reciclaje, cuando una señora se me acerca queriendo hacerme una pregunta, creí que me iba a preguntar algo de la Noche de las Letras, sin embargo me dijo: disculpa escuchando tu conversación, tengo un montón de reciclaje, tú crees que lo pueda traer? Y yo literalmente super emocionada le dije que obviamente y me dijo qué bueno y que lindo trabajo están haciendo. De verdad me impresionó mucho y pude comprobar que somos más personas y cada vez más que queremos cambiar el planeta y que nuestro trabajo no es en vano...




